Neuromarketing: Cambios organizacionales en tiempos de cambio
Como consecuencia de la emergencia sanitaria fruto de la enfermedad COVID-19, las sociedades industrializadas a nivel global han experimentado cambios inéditos históricamente hablando, que han tenido efectos duraderos no sólo a nivel económico, sino también social y laboral. En particular, el aislamiento social prolongado está teniendo cambios en las dinámicas organizacionales, muchos de los cuales podrían tener un impacto negativo en los integrantes de dichas organizaciones, perjudicando la productividad y la competitividad de las empresas.
¿Qué dice la neurociencia?
Para entender mejor la naturaleza de estos cambios podemos echar mano del conocimiento neurocientífico de la mente humana, y así dimensionar mejor la naturaleza del problema. Sin embargo, estos hallazgos científicos son mejor comprendidos a través del prisma de la Neuropirámide de Romano, el modelo neurocientífico de vanguardia que está revolucionando nuestra comprensión de la mente de las personas.
Valores
Los valores de la organización son fundamentales; se les debe de prestar especial atención.
En tiempos de cambios e incertidumbre, el cerebro busca siempre regresar a esa sensación de certeza. Este fenómeno, llamado sesgo de certeza, busca todas aquellas claves en el medio que nos devuelvan la certidumbre y la seguridad. Sin embargo, mientras dicha certeza no se alcanza, nuestro cerebro responde con ansiedad. Eso lo podemos entender en el contexto de la Neuropirámide: nuestro entorno nos da señales (a través del Nivel I: Atencional, y el Nivel II: Activación Sensorial) que interpretamos en el Nivel IV (Cognición) como pruebas de incertidumbre. Dadas sus conexiones recíprocas, el Nivel IV facilita que el Nivel III (Emocional) responda a esta incertidumbre con ansiedad, favoreciendo a su vez en el Nivel IV que se mantenga la ideación de incertidumbre.
Identidad organizacional
Con respecto la identidad con la organización, se sabe que el cerebro busca continuamente la comundidad y la aprobación de nuestros pares. Este sentido de pertenencia es más fácil de fomentar cuando la actividad en nuestras empresas es presencial, dado que podemos integrarnos en actividades colectivas que refuercen este sentido de pertenencia. Sin embargo, en el contexto del aislamiento social producido por la pandemia, este aislamiento se vuelve un gran reto para las organizaciones. Sabemos que, en contextos de aislamiento o rechazo, el cerebro activa mecanismos más típicamente asociados al miedo y al estrés, como la activación del sistema límibico (amígdala) y la liberación de hormonas de estrés. Es decir, en nuestros cerebros, y frente al aislamiento, el Nivel III (Emocional) de la Neuropirámide comienza a permear emociones negativas hacia niveles superiores de razonamiento (Nivel IV: Cognición). Es entonces que sobrevienen pensamientos negativos, falta de identificación con la organización, baja motivación, y una posible reducción en la productividad y competitividad.
Han confiado en nosotros
